Especial emoción la vida de comunidades arameas, unos 18.000 hablantes, mayoritariamente cristianos que se remontan a los tiempos del Señor y hablan en su idioma, manda narices de lo que te enteras.
Acabo enamorado de Siria, con ganas de irme a rezar ante Santa Tecla, camino de Damasco.
Curioso y simpático que los españoles y familiares residentes en Siria echen de menos de España cosas como los supermercados, las rebajas, los semáforos, las tapas y las rebajas, sí, de nuevo las rebajas, extraña coincidencia y morriña
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