En Canarias a los dos se le saltaron las lágrimas, en Galicia ellas tampoco lo pudieron evitar, una historia sobre la muerte y la vida, y la dignidad de las personas, con independencia de raza o credo, o barrio.
No, no tengo el estómago para verlo, me dicen que también puede resultar terapia de choque. Me lo imagino a lo Crash, el de Haggis, no el de Cronenberg.
Por cierto, la inmigración extracomunitaria cae en España (-6,5% de media), se acabó el pastel.
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