A menos de cinco meses de las elecciones municipales y autonómicas se aborda en primera línea lo que la opinión pública barruntaba y el escribiente suscribe, por qué recortamos pensiones y sin embargo no reformamos el sobredimensionado Estado de las Autonomías, Diputaciones, Cabildos, Comarcas, Mancomunidades, Áreas Metropolitanas y Municipios, con órganos creados con el mero fin de servir para despacho de compradeo y mercadeo político y corruptible de sus ocupantes, eso sí, con coche oficial.
Si se modifica la legislación laboral, la edad de jubilación, las pensiones, el estatus de los funcionarios, la reducción de salarios, la reducción de prestaciones, ¿para cuándo la reconversión de esta clase político-institucional?, acaso les es ajena el déficit, la crisis?.
Clase privilegiada del sistema de partidos, quítele el mendrugo al pensionista para darle una fina baguette al político.
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