sábado, 22 de enero de 2011

Nos ubica la inmigración en el mundo?

La inmigración genera lazos de sangre geopolíticos, ubicándonos en un mundo. Ampliando nuestra presencia en el mundo como la del mundo entre nosotros. El mejor ejemplo es la próspera y multi-racial Gran Manzana neoyorkina.
No obstante no podemos obviar disfunciones como las que se dan en Salt, en donde los ciudadanos se han despertado ocupados y con una delincuencia rampante.
Salt puede ser una excepción, pero existe, no es la única. Se echa en falta inmigración cualificada, y asistimos a una vis atractiva del estado social, a una inmigración más preocupada de los beneficios a que acogerse, en lugar de hacer de este país un trampolín para un desarrollo real.
Y no hablamos sólo de ciudadanos extracomunitarios, sino de trasvases de población comunitaria, de turismo sanitario.
Debemos reivindicar un equilibrio.

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