En España nos pusimos las pilas, mejoras en carreteras (pero ojo ahí siguen puntos negros y quitamiedos guillotina de motoristas), cambios legislativos, con sanciones administrativas y responsabilidades penales, y presión de la Guardia Civil de Tráfico y asimilados.
Que hay radares meramente recaudatorios es innegable, pero también lo es que la mano dura ha hecho descender el número de tropelías al volante, porque hay quien emplea la moto o el coche como un arma.
Costó convencer pero al final se asumió que de igual forma que si alguien coge un arma y se pone a disparar en mitad de la calle merece ser detenido, alguien que coge un coche y se pone a disparar acelerador sin control y encima macerado en licor, también supone un riesgo para todos.
La mano dura reeduca, la mano dura reinserta y yo te digo contento hasta el post que viene.
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