martes, 18 de enero de 2011

Ana Rosa Quintana

Ana Rosa "a mi plin" Quintana aparece hierática y consorte en el Hormiguero show de Pablo Motos, uno de los supervivientes al holocuatro, en esta vuelta del guión de un Iñaki "errante" Gabilondo que descubre a un Silvio "asalta-cunas" Berlusconi: "Iñaki soy tu padre", y al final todos hermanos.
Ana Rosa"no me toques el cuarzo" es la Oprah Winfrey española, multisectorial y multidisciplinar, asertiva, equilibrada, segura y excéptica. Pasó de ser segundona colaboradora a reina con base a su tesón y betún ajeno, abanderada de causas y profetisa de la violencia de género tuvo su annus horribilis en el 2000.
Se las saboreaba dulces cuando su Planeta Fábula le publica su ópera prima "Sabor A Hiel", un best-seller que más que beber de las fuentes, se sumergia en ellas y se llenaba los cubos a fusilamiento discrecional.
El 9 de octubre de 2000 el "Interviú" del Grupo Z publica el plagio a Danielle Steel, "error informático" se escusa, pero la filtración resultó ser anzuelo de segunda toma y lapidación pública, el 16 de octubre "Interviú" vuelve a sacar más copia compulsada, esta vez de Ángeles Mastreta.
Qué gozo debió sentir la ahora compañera y antaño competidora, María Teresa Campos, "la campos" quien tuvo que purgarlo en los dorados años de decadencia mediática tras su abandono de Tele5 para incorporarse a Antena3.
Entonces llegó la segunda fase literaria, y es que fabulación no faltó en el alegato final, pero eso sí muy digno, es lo que pasa cuando encargas a un negro el trabajo sucio y tú te conviertes en cabecera. Pero así es el negocio editorial, verdad Editorial "meteoro"?.
Eso sí "Deseo dejar constancia, en primer lugar y para evitar todo equívoco, que el libro esta basado en una idea original mía, como mía es la trama, la construcción y el perfil de los personajes, así como la mayoría de los textos". Toro por los cuernos y a otra cosa, eso sí que es tener valentía, y tras el duelo literario a la cima televisiva, y editorial, con su boletín "AR", sus perfumes, calendarios zaragozanos, redención entre plató y productora.

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