Hoy "El País" publica síntesis del informe de "sabios" capitaneados por Felipe González acerca la salida de la Unión Europea en un mundo que trata de fagocitarse el experimento social europeo de posguerra.
Las claves son la investigación tecnológica, la captación de cerebros y la independencia energética con base nuclear.
No creo en la energía nuclear de fisión, sus costes parecen no asumir sus riesgos presentes y la herencia envenenada para nuestros descendientes. Se sigue planteando las energías alternativas como meras puestas en escena anecdóticas.
En cuanto a nuestro modelo social, es evidente se ha visto cuestionado por los neoliberales que trataban de venderlo como un experimento coyuntural de posguerra frente a la expansión de la amenaza comunista. Curioso cuando ese ultraliberalismo nos ha conducido directamente a esta nuestra crisis económica y moral. Sí moral, porque creo que en el fondo reside una crisis de valores y de identidad , de autopercepción de las personas en sí mismas y en su conjunto como sociedad, y ahí creo que reside un punto fundamental de esta crisis de Occidente en el que las personas y las relaciones se convierten en mero consumo, en mero reduccionismo de la vida a mercado.
El modelo social europeo no creo que esté tanto puesto en peligro por la inmigración como por una libertad de mercados asimétrica, en donde un oriente que controla ficticiamente a la baja sus divisas para favorecer las exportaciones, produce sin asumir costes medioambientales ni sociales, y vende en clara competencia desleal sus productos sin arancel social ecológico o social alguno en nuestros mercados.
Y a ello se suma estar en el punto de mira de crimen organizado y terrorismo.
El informe indica que por primera vez en la reciente historia de Europa existe el temor generalizado de que los niños de hoy tendrán una situación menos acomodada que la generación de sus padres.
Mirando nuestra historia, descubrimos como la tecnología, la investigación, la era de los descubrimientos, permitió a Europa salir de crisis más profundas. Ahí está nuestra esperanza, en cualificar, en investigar, en capitanear un equipo humano de alta dotación.
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