lunes, 10 de mayo de 2010

Felipe González en "El País"


Publica ayer "El País" entrevista con Felipe González, realizada por Andreu Missé en Bruselas. Claridad y profundidad, tiene la gravitas de estadista, de nuevo la contemplación a la antigua usanza.
"
(...)

P. Con los acontecimientos de los últimos días, la opinión pública empieza asustarse, a preocuparse, por la pérdida del empleo, la desvalorización de los ahorros. ¿Cree que los políticos está a la altura de las circunstancias?

R. Lo que creo es que se ha perdido autoridad política, es decir, que el poder político representativo en el mundo es que defienda los intereses generales frente a intereses sectoriales parciales, incluso cuando se negocia se debe hacer eso. Creo que ha habido una decadencia del "autoritas" no del marco normativo del poder que sigue siendo el mismo básicamente, sino de la autoridad para ejercer la defensa de los intereses generales frente a los escollos que siempre existen en las sociedades. Recordemos una frase de los años 50, de un presidente americano, no precisamente progresista como el general Eisenhower, cuando decía:" lo único que peligra para la democracia representativa, es el creciente poder del complejo industrial militar, cosa que nunca ocurrió". Lo que yo digo es, ¿no estamos ante un poder financiero global condicionante del poder representativo de los gobiernos, gobierno a gobierno y de los gobiernos en la UE y en el espacio por decir algo, del G20? pues yo creo que sí.

P. ¿Estamos en una batalla entre políticos y mercados?

R. No son los mercados. Es la actuación de los agentes ligados al poder financiero. La contradicción más grande que estamos viviendo es que la operación de rescate de las entidades financieras privadas por sus propios errores se ha hecho a costa de los contribuyentes y ha desequilibrado las cuentas públicas. Los operadores en este momento denuncian el desequilibrio de las cuentas públicas provocado por la crisis financiera, más sus consecuencias, para desestabilizar los mercados. Pero simplifiquemos, a mi juicio, ya se está incubando la siguiente explosión financiera.

P. ¿De qué manera?

R. Hemos rescatado de la anterior al sistema financiero global con porcentajes altísimos de producto bruto y no se ha cambiado nada del comportamiento que nos ha llevado a esa crisis, por tanto, cual es el ejercicio del poder que reclamo, que el mercado funcione con unas reglas claras y unos controles claros, el financiero sobre todo, porque es el que ha provocado la implosión.

P. ¿Cree que es estable un sistema en el que en 40 años el sector financiero ha crecido hasta ser seis veces mayor que la economía real?

R. Claro, claro, eso lo he denunciado, la verdad es que uno no se debe citar a sí mismo, es demasiado vanidoso. Pero en 1999 presenté un informe, encargado por la tribu a la que pertenezco, la Internacional Socialista, sobre el funcionamiento de los mercados de capitales en el mundo. Una de las cosas que dije fue exactamente eso en el informe, si la economía mundial crece a un 4 % y el comercio mundial al 4,5 % y los movimientos de capital al 60 % acumulativo, algo no funciona bien. Tiene que haber un sistema de semáforo, y lo dije ya hace muchos años, que diga si crecen los movimientos de capital tres veces más que la economía real, muy bien, está financiándose el futuro y tal, muy bien. Pero a partir que crezca 4 veces mas, habrá que tener una señal amarilla y roja inmediatamente después para pararlo, no.

(...)

P. Una de sus propuestas es la de concentrar sus esfuerzos en defender al trabajador más que al puesto de trabajo

R. Por ser absolutamente preciso en el concepto. Defender al trabajador efectivamente en términos que hoy dé resultados significa defender su empleabilidad, que es su capacidad de tener empleo en una economía sometida a profundos cambios tecnológicos y rapidísimos, por eso defiendo la empleabilidad como el factor más seguro para mantener ocupada a la población activa. Por eso tiene más importancia en estos cambios tecnológicos rápido que el puesto de trabajo concreto en una situación concreta y en lugar concreto.

P. ¿Cómo ve que España puede salir de esta?

R. En España estábamos perdiendo competitividad durante muchos años y estábamos consumiendo lo que no ahorrábamos. Estábamos consumiendo a nivel interno en exceso de ladrillo y cemento. Digamos que ha habido dos burbujas, la burbuja que ha explosionado, que nos afecta a todos que es la financiera y una burbuja que era la nuestra, la inmobiliaria, esos dos efectos encadenados han puesto de relieve que nuestro modelo productivo tiene que adaptarse y cambiar rápidamente con elementos añadidos a los que tienen que hacer otros. Pero la competitividad alemana en la economía global también ha decaído. En la economía europea no, pero en la global también, por tanto el mensaje es para todos. Podríamos decir, lo hicieron bien los suecos, lo hicieron bien los daneses, lo hicieron bien los finlandeses, pues si, pero no por la aplicación de la estrategia de Lisboa, sino por su propia convicción previa a la estrategia de Lisboa de la necesidad de adaptación.

P. ¿Cree que el debate político en España está centrado para resolver los problemas que tiene el país?

R. No. Le voy a decir solo la idea, pero no se la voy a explicar, en España los debates no están centrados en los problemas reales y con frecuencia se pierden en los problemas que creamos que no siendo reales se conviertes en graves.

(...)

P. ¿La condición sería volver a centrar el debate político en los problemas reales del país?

R. Evidente, eso es lo evidente, es decir, me extraña que la gente pierda demasiado tiempo en temas que no sean enfrentar la salida de la crisis y las reformas estructurales que necesitamos para volver a crecer, generar empleo y competir en la economía global. No digo que no existan otros problemas, me extraña que nos distraigamos demasiado por otros problemas que no interesan a nadie.

P. ¿Algunos economistas han propuesto un ajuste durísimo y un recorte salarial de hasta el 20 %?

R. Sin duda hay que hacer un ajuste repartido. Pero por qué del 20%, en base a qué, porque no el 20 % mas de productividad por horas de trabajo, porqué no invierten la oración, porque lo que no podemos hacer en la economía global es competir por salarios bajos. Competir a la baja salarial no le va a dar a Europa ningún margen de ventaja si quiere mantener la cohesión social. Pero si quiere liquidar la cohesión social y hacer un modelo Singapur, indio, pero creo que esto no es el propósito. El propósito es ganar valor añadido creciendo la economía y sostener la cohesión social. ¿Vamos a competir, con qué?, con un país emergente como Brasil por salarios baratos. Esto está fuera de toda perspectiva razonable.

P. ¿No resulta una paradoja ahora que está tan en duda el estado del bienestar en Europa, que Estados Unidos de la mano de Obama se inspire en el modelo europeo?.

R. Es una paradoja, pero es una maravillosa paradoja, lo mejor que se puede hacer es tener conciencia de que la cohesión social es un factor si se hace bien de competitividad y de sostenibilidad del modelo pero para que sea ese factor de sostenibilidad del modelo, hay que saber que el Estado del bienestar se financia con el éxito de la economía que ahora es economía global. Por tanto, necesitamos una economía social de mercado altamente competitiva y sostenible en el tiempo."

No hay comentarios: