Suma y sigue, al atolladero, repetir lo mismo ya cansa, pero es importante asumirlo y no olvidar, la factura a pagar, siempre el mismo recibo, al abusador, al que cobra pensión de pobre cuando las propiedades le sobran, al que vive del cuento, al que chupa para llenarse los riñones, al que defrauda y aún pide propina, a ese expediente, causa, embargo, lanzamiento, y si es el caso, prisión.
Pero al otro, a la viuda, al huérfano, al que se ha pasado la vida cotizando y ni 400 euros, al desmembrado financieramente, al condenado a cocina económica y cáritas diocesana, a ese no se le puede tirar al contenedor de reciclaje. Ya sé que jode, ya lo dije, queda mal en la foto que quien fue tu compañero de estudios ahora esté en la cola del comedor, queda mucho mejor la foto magnánima dando cheque bebe a inmigrante sin papeles, benefactores del mundo, ignorando el hambre que injustamente come a muchos por los pies, y a los más débiles, al anciano que por dignidad no pide, y se deja morir entre miserias.
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