Bienvenidos a la nueva casta maldita. No, los controladores aéreos no podían cargar con la culpa de todo, así que pongamos en el punto de mira en los funcionarios.
Depreciemos su trabajo, hagamos le chiste fácil, descalifiquémolos con tópicos, gracias Buenafuente. Al que no rinda, expediente, al que no fiche, expediente, al que no atienda al ciudadano, expediente, al corrupto, al enchufado, al primo o sobrino expediente, y a la puta calle, pero hacer de los funcionarios la causa del mal, es inasumible.
Cuando todos los trabajadores de este país se bajen el 5% de su sueldo, que se lo bajen también a los funcionarios. Pues funcionarios no son millonarios banqueros subvencionados con nuestros impuestos mientras siguen hincando los colmillos en el bolsillo del atrapado en las fauces del crédito, desgarrando familias.
Los funcionarios, son esos que hacían noche y día en las bibliotecas,para sacar oposiciones en las que valía tanto el contar las trenzas a un chino como el memorizarse y recitar en linea directa o inversa de arriba a bajo la regulación más estúpida hecha a imagen y semejanza de su normador.
Porque funcionarios, son los mileuristas, los sustitutos, los interinos, que acatan y callan el peso de la jerarquía silenciadora.
Porque funcionarios son esos a los que se pone en el punto de mira del proyectil para distraer la atención del tirador, que somos todos, de la desastrosa gestión.
Me comentan que cuando la economía especulativa y cuando un peón se levantaba a destajo por revestimiento en urbanizaciones en serie 3.000 o 4.000 euros al mes, el funcionario seguía con sus novecientos euros, y sin rechistar.
Culpa de haberse formado, de haber estudiado, de haberse encerrado, de trabajar sin rechistar, culpable de tener un trabajo estable.
Vergüenza da este gobierno, social.
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