Y en esto se armó el belén en La Línea de la Concepción cuando una familia musulmana denunció al profesor de su hijo en un instituto público por hablar del jamón. Bueno por hablar del jamón y porque tras ser que el chaval intentase prohibir que se hablase del cerdo en clase porque ofendía a su religión, el profesor entrase en ebullición y tras llamarle inútil le invitase a cambiarse de centro escolar o de país, esto último no probado, si tan a disgusto se sentía.
Y los padres ni cortos ni perezosos a poner denuncia, vamos que si bien pasaban de tutorías y avisos del profesor ante el calamitoso expediente académico del mozalbete, esto según el centro escolar, no dudaron en iniciar la vía penal contra el profesor.
La causa se archiva, se les dice a los padres que para lo ocurrido está la inspección de educación, vía administrativa, y que la actitud del chaval ha sido abusiva, sectaria, caprichosa e inadmisible.
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