El ímpetu de la llegada del PP a alcaldías, gobiernos autonómicos o al gobierno central
se está traduciendo en unos dejes totalitaristas que no gustan.
En la alcaldía de Vilagarcia de Arousa han acordado prohibir las reuniones de vecinos en la vía pública, el Ministro del Interior aboga por penalir el "..pásalo" o el "me gusta".
El Madrid del 1 de mayo asistió a manifestaciones con inhibidores de frecuencia que dejaron a los móviles sin capacidad de tuitear el segundo a segundo.
suma y sigue.
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