En esto del cuentarrevoluciones y velocímetro sentimental soy de los que propone reducir la velocidad de los 120 no a los 110 sino directamente a los 30 km/h por casco urbano emocional, pero eso sí sin que el motor se cale. Soy más de senda verde, de calle peatonal, de boulevard o rambla central, de bicing, cuesta arriba o cuesta abajo, 30 km/h puede ser la velocidad perfecta para deleitarse y no perecer en caso de atropello.
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