Racionalizar el sistema nacional de salud no debe confundirse con exterminarlo.
Hay sacrificios que se asumen si se perciben repartidos proporcionalmente, por igual y con una finalidad de repercutir en un beneficio social.
Que el gobierno siga indolente ante los miles de ciudadanos estafados por las entidades financieras y sus productos tóxicos, y que sin embargo no dude en aplicar la tijera a servicios básicos, a la parte más débil de la sociedad preocupa a la inmensa mayoría. Esa percepción de que el más débil es el más desamparado ante un gobierno que hace dejación de sus funciones de salvaguardar el interés público, está alarmando a una empobrecida clase media en España.
Que el Estado del Bienestar fue sólo un sueño que se mantuvo para frenar el avance del comunismo, y que el neoliberalismo salvaje de los 90 y su globalización de la pobreza ha puesto la puntilla, se refrenda día a día de esta crisis de la avaricia y la especulación.
Hay sacrificios que se asumen si se perciben repartidos proporcionalmente, por igual y con una finalidad de repercutir en un beneficio social.
Que el gobierno siga indolente ante los miles de ciudadanos estafados por las entidades financieras y sus productos tóxicos, y que sin embargo no dude en aplicar la tijera a servicios básicos, a la parte más débil de la sociedad preocupa a la inmensa mayoría. Esa percepción de que el más débil es el más desamparado ante un gobierno que hace dejación de sus funciones de salvaguardar el interés público, está alarmando a una empobrecida clase media en España.
Que el Estado del Bienestar fue sólo un sueño que se mantuvo para frenar el avance del comunismo, y que el neoliberalismo salvaje de los 90 y su globalización de la pobreza ha puesto la puntilla, se refrenda día a día de esta crisis de la avaricia y la especulación.
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