Repaso la prensa. Mientras el civilizado Canadá desolla vivas a sus focas tras aturdirlas a bastonazos, nuestro finísimo infante consorte, se lleva en fallas santas, a su asustado niño, a una matanza taurina, para disgusto de otra consorte, pero esta vez la de la Corona. Ante los ojos horrorizados de ese pobre niño, dónde está la protección del menor? Gratificante ejemplo? No es esto también corrupción de menores? No es acaso abuso? Qué pasaría si en lugar de a los toros lo llevase a un pase de la condal sala Bagdad? Total, también es cosa de hombres, o sino a uno de esos burdeles de carretera, para que vaya aprendiendo a la antigua usanza.

http://www.elmundo.es/elmundo/fotos_gente/2008/03/16/index_3.html
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