No, no se trata de un nuevo caos en Atlanta, sino de la Georgia europea, salta a la portada la foto dramática de un hombre desesperado abrazado al cadáver de su hermano, y mi primer pensamiento va a preguntarme, pero será de verdad? O será una de esas muchas fotos trucadas, puestas en escena para conmover y generar corrientes de opinión. Triste es para las libertades y el periodismo, cuestionarse cada noticia o imagen que aparece, conocedores que somos, que al poco tiempo se descubre algún tinglado que la deja en entredicho.
El marrón está servido, Rusia, imperialista y superdotada energéticamente, y Georgia, la pequeña república en lucha contra la órbita de Goliat. Los de la ex-estrella roja, siguen con el reflejo de fagocitarse a los que la rodean. Cualquier guiño a la OTAN o la UE de una de sus exrepúblicas se considera provocación, pues Rusia impone un vasallaje político y como te salgas del guión te corta el grifo como a Ucrania, y te congelas en invierno. Es poderosa y mientras dependamos energéticamente de los hidrocarburos nos toca callar.
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