El desvarío de Gallardón

Le debió dar el mal de alturas en el balcón, un extraño aire que se tradujo en un discurso de despropósito, invocando a la nación y pelotilleando al líder en claro vacío a la lideresa, pero cariño éste no es tu público.

Ahí estaba tratando de conjurar méritos con golpe de pecho españolista ante un público que no era suyo, sino de prestado, recordaba a Bisbal entonando el spot del mundial en "El Larguero" (SER). Gracias tendría que dar porque no le hubiesen abucheado, y es que las circunstancias mandaban, pero que salga al balcón del ayuntamiento, a ver lo que le cantan.

Albertito ansiando un protagonismo que ha perdido, deslucido, y pretendiendose popular y querido, cuando en Madrid ha sido repudiado en parte, por manirroto, pretencioso y veleidoso, dejándose querer por el adversario natural y aspirando a medrar a base de traicionar a correligionarios.
Antes le preguntabas a un socialista a quién del PP votaría y la respuesta era unánime, a Gallardón. Menudo mérito!