Algo que me sorprende es mi capacidad de tolerar, transigir y hacer la vista gorda, precisamente con aquellos que se caracterizan por su intransigencia con todo aquello que parezca contrariarles, son los umbilicales subyugantes. En mi carrera emocional mayoritariamente han adoptado la forma de doncellas delicadas y pendientes de su plancha de pelo. Creedme, nada más peligroso que un perfilador de labios con ácido hialurónico.
El día de la Bestia me lo represento con extensiones.
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