A veces con los héroes uno corre el riesgo que sobrevivan a sus heroicidades. Éste es el caso, en un momento de necesidad de comportamíentos ejemplares un gesto de gallardía encumbró en héroe nacional y peón político al Profesor Neira, avispada Esperanza Aguirre. Pero he aquí que la gallardía se quiebra con la humanidad diaría, y el convaleciente, porque creo que neuralmente así ha quedado, se empezó a convertir en ariete contrarreformista y ahora paladín de los licores de España.
Ver para creer el esperpento que protagonizó ante el perplejo ruedo de debate de Espejo Público (A3 tv), en el que combino pastillas y alcohol minimizando la patita, tras felicitar las vacaciones a Susana Griso y alabar ese dulce licor café, eso sí predicando que la comida de la discordia la compartía con cargos de la policía nacional, como tratando de ampararse en el codearse.
Una cosa es el alcohol en sangre y otra diferente los efectos de la misma en el comportamiento, así tomarse un valium no incrementa el alcohol en sangre pero sí potencia el efecto del mismo a nivel cerebral, la cuartada se desmonta vía forense, y asi de un plumazo con condena incluida se le borra de la agenda política y se desmontan andamios igualitarios con pretexto de econocmía de guerra. Madrid, Madrid, Madrid.....
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