Bush sigue con sus últimos actos como presidente, hace un tiempo buscando huevos de pascua en el jardín. Esta vez le tocó una de sus muchas últimas cenas, la anual de la asociación de corresponsales de prensa en la Casa Blanca. No acudió ninguno de los candidatos demócratas, pero estuvieron presentes en el malvado discurso que le escribieron. En él excusaba la no asistencia de la Sra. de Clinton por los francotiradores que rodeaban el edificio, malvada alusión a los faroles de la candidata, sobre los riesgos de su etapa de primera dama de misión por Yugoslavia.
En España, Alfonso Guerra no necesita que le preparen el discurso, se lo prepara bien él solito, un maestro de maldades con daga. En la prensa nos quedamos con D. Federico.
Y es que las ocurrencias pueden servir para humanizar al candidato, tratando de mostrarnoslo cercano y con tanta cercanía que tape lo y a los que tiene detrás. Y ahí tenemos a los del G8, bailándonos un karaoke para entre risas tapar los olores que dejan detrás.
lunes, 5 de mayo de 2008
Mezquinos pero Magistrados
La magistrada entró toda nerviosa, a su estilo, amenazando a los funcionarios, me comentan que se les viene encima la inspección, y la susodicha mezquina amenaza con hacer cabezas antes de que caiga la suya, en manos de quién está la justicia, la tipa lleva uno de los juzgados de instrucción. Todos los funcionarios han solicitado nuevo destino en el último concurso.
No hace mucho otro magistrado, pero de lo contencioso, tuvo en jaque y baja a los funcionarios del suyo, CCOO le hizo cruzada, desconocían acaso que años antes, la facultad de Derecho le hizo su propio boicot, ya era difícil poner de acuerdo a los de la Obra acorazada y a los progres bulímicos, pero el mezquino lo consiguió.
No hace mucho otro magistrado, pero de lo contencioso, tuvo en jaque y baja a los funcionarios del suyo, CCOO le hizo cruzada, desconocían acaso que años antes, la facultad de Derecho le hizo su propio boicot, ya era difícil poner de acuerdo a los de la Obra acorazada y a los progres bulímicos, pero el mezquino lo consiguió.
Parches del deseo y bolas chinas
En la cena nos da los postres la confidencia de un comensal: En el departamento de diseño de una gran cadena lo más frecuente del mundo es el uso de bolas chinas mientras se trabaja. Otra comensal ve en ello la explicación para que se atrevan a diseñar trench de lino. Me imagino el sonido de fondo de los tiralíneas.
Para más inri esta mañana hojeando mujer de hoy descubro la alternativa al cansancio vital: parches del deseo, como si no tuviésemos suficiente con lo de ser buenas madres, amas de casa, trabajadoras, hijas y encima toca andar calientes 24 horas, siempre a disponibilidad sexual.
Para más inri esta mañana hojeando mujer de hoy descubro la alternativa al cansancio vital: parches del deseo, como si no tuviésemos suficiente con lo de ser buenas madres, amas de casa, trabajadoras, hijas y encima toca andar calientes 24 horas, siempre a disponibilidad sexual.
Amores toxicómanos en León
En la comida me cuentan que los hay que se desenganchan de la heroína con el único objetivo del volver a descubrir el placer de recaer en ella, y de los que se enorgullecen de los que han enganchado. El lícito deseo del placer viciado por el negocio y la adulteración.
Me comentan que en eso de la pasión no hay atino, que en León hubo una moda por la que las niñas bien pasaron por su fase de amor gitano y toxicómano.
Hace años un compañero en proceso de deshabituación me contaba como las niñas pijas de la ciudad, sabedoras de portar cocaína, se le lanzaban a los brazos en busca de sexo con rayas. La vagina como conseguidora de sustancias.
Hubo también un siniestro que habiendo hecho la mili en la Legión relataba como un superior se metía unos tiros antes de ir de instrucción, para ir bien enérgico.
Volviendo a la comida, me concretan el caso extremo de una de esas hijas de bien que liada procreó churumbel, que crió combinando con lazos y vestidos caros de los fines de semana en casa de la abuela y con el sin zapatos de a diario.
Los seres humanos somos así de frágiles y de crueles, de perdidos y de inocentes, lo peor son los malvados, que los hay.
Me comentan que en eso de la pasión no hay atino, que en León hubo una moda por la que las niñas bien pasaron por su fase de amor gitano y toxicómano.
Hace años un compañero en proceso de deshabituación me contaba como las niñas pijas de la ciudad, sabedoras de portar cocaína, se le lanzaban a los brazos en busca de sexo con rayas. La vagina como conseguidora de sustancias.
Hubo también un siniestro que habiendo hecho la mili en la Legión relataba como un superior se metía unos tiros antes de ir de instrucción, para ir bien enérgico.
Volviendo a la comida, me concretan el caso extremo de una de esas hijas de bien que liada procreó churumbel, que crió combinando con lazos y vestidos caros de los fines de semana en casa de la abuela y con el sin zapatos de a diario.
Los seres humanos somos así de frágiles y de crueles, de perdidos y de inocentes, lo peor son los malvados, que los hay.
Guionizando la tragedia
A3 sigue guionizando la tragedia, el viernes llevan a la hija del cómico, traída de Los Ángeles, y que confiesa que poco le importa que la llamen “perra judía”, suena bajomedieval. Resulta hasta graciosa esta tele a lo South Park. Un avispado y malévolo espectador envía un SMS envenenado que sale en pantalla “la locura también se hereda”.
Amores retenidos
Seis años desde que lo conozco, y seis años desde que clara y respetuosamente me dijo no, pero en esto de los amores uno es persistente, tozudo y reincidente. Amor incondicional a título gratuito, no condicionado a pago por sexo ni gratificación marital. Dicen que un hombre no es capaz de amar a otro hombre, pero desde hace seis años él está ahí. Si alguna vez me dijese que sí, lo dejaría todo?.
Veo en los ojos de una amiga el dolor de la resignación por su amor que ya no es pero que está, decidió caminar adelante pero se reencontró con la soledad. El desencanto Panero escenificado en matrimonio de dos dormitorios, vistas a la bahía y casco de moto.
Veo en los ojos de una amiga el dolor de la resignación por su amor que ya no es pero que está, decidió caminar adelante pero se reencontró con la soledad. El desencanto Panero escenificado en matrimonio de dos dormitorios, vistas a la bahía y casco de moto.
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